¿Cuanto se muestra uno y cuantos logran conocernos de verdad?
¿Cuantos de aquellos que dicen conocerme tan bien, realmente me conocen?
He conocido personas que me pudieron describir a la perfección, personas que quizá no sabía que me conocían tanto, y me ha pasado encontrarme con que aquellas personas que pensaba me conocían bien, no tenían ni idea de quien era yo.
Y entonces, ¿de quien depende? ¿De lo que yo quiero mostrar o de lo que se interesen por mí?
¿Podría vivir toda la vida siendo un yo inventado? O este nuevo yo, ¿realmente vino para quedarse? ¿Y que hay si no estoy cómoda con algunas cosas de mi nuevo ser?
Tengo que terminar creyendo entonces, en aquello que pensaba cuando me toco recibirlo de otros, era una gran mentira: Después de los cayos en el alma por dolores pasados, se crea una coraza y uno se vuelve mas frío, cerrado, cauteloso, temeroso. Por esta coraza uno se entrega menos, confía menos, y en definitiva ¿ama menos?.
Amar, es ese el propósito de la vida? Encontrar alguien que nos ame y a quien amemos? ¿Por que somos almas que no pueden vivir en solitario? ¿Por que necesitamos siempre sentirnos acompañados? ¿Qué pasa con nosotros que no podemos estar solos? ¿Qué pasa conmigo que no puedo estar sola?
Soledad, es difícil. Aunque a veces uno puede estar solo estando acompañado, uno puede sentirse solo aun mezclado en una multitud. Una puede sentirse sola durmiendo con un ente que no nos mira, no nos toca, no nos cuida. Y entonces ¿Cuál es el precio que estamos dispuestos a pagar por no estar solos?
Todas las decisiones tienen una consecuencia, para parar de sufrir, o empezar a hacerlo, para empezar a ser feliz, o dejar de serlo. Nunca nadie puede asegurarnos que la decisión que tomamos es la correcta, hasta que no comprobamos nosotros mismos que el camino recorrido valió la pena, sin embargo esto tampoco asegura ni encontrarnos con la plena felicidad, ni con dejar de sufrir. Separarse… es una decisión poco precisa al momento de tener que hacerlo.
Separados… El camino me ha demostrado que fue lo mejor, sin embargo aún las circunstancias no me hacen decir que valió la pena. Sí que conocí personas maravillosas, que disfrute mucho cada encuentro con cada hombre, que me siento felizmente amada nuevamente, y que a veces me siento enamorada otra vez. Sin embargo no puedo decir que valió la pena, porque aún pese a todo, nada supera a nuestro amor.
Superar, es lo que tengo que hacer de una vez, sacarte del todo, y soltarme a la vida, dejar de cuidarte tanto e idealizarte tanto. Dejarte atrás de una vez y para siempre. Pero me da miedo.
¿Miedo? Sí, miedo. Miedo porque sé que si empiezo de lleno con una nueva historia, cierro por completo la nuestra, o lo que queda de ella que es la mía con vos, y los recuerdos tuyos conmigo. (hoy dormía la siesta, mientras entraba en sueño recordé cuando te decía “a ver… hace así (y te mostraba que tenías que estirar bien los brazos al costado del cuerpo), entonces tomaba carrera, pegaba el salto y me colgaba de vos como un koala. Recordé también cuando me subía a tus pies, pisándote literalmente, te abrazaba, y me llevabas a pasear por toda la casa)… simple together..
Música… quizá debería dejar de escuchar las canciones que me remiten a vos, quizá todo me remite a vos… Quizás tenga que lograr que eso no vuelva a suceder.
Sucede que la música me da miedo, porque me hace dar cuenta que no he superado la separación, y que la decisión de quedarme sola amándote, por estas épocas esta encubierta por una coraza que dice que no te amo más y que puedo ser feliz con otra persona, que me hace feliz, pero no puedo olvidar tu cara, tu cuerpo, tu piel, es entonces cuando me doy cuenta que el yo que he inventado para lograr ser un yo sin un tu, nunca llega a convencerme, porque le falta el “tu”… de vos.
