lunes, 28 de septiembre de 2015

45 segundos.

Sábado 26 de septiembre.

Suena el despertador 7.20 am. "un ratito más", pensé y seguí durmiendo. Lo mismo pasó cada 10 diez minutos, tiempo en que vuelve a sonar el despertador, hasta que por fin, a las 8.30 salí de la cama.
Me bañe bastante rápido, elegí mi ropa, tomé un té con leche, guardé el cuaderno en el morral y salí.

Camino a la parada del primer colectivo, tuve la primer sensación, Corrí un par de metros para que el bondi no se fuera y mientras corría pensé ¿con qué necesidad tengo que correr un sábado?, pero ya lo había alcanzado y subí. Agradecí al chofer y saludé con una sonrisa y un "buen día, hasta jujuy".
Cuando bajo en jujuy y voy a cruzar hasta la parada del 129 veo en la esquina una yunta poco amigable... y la segunda sensación. Pensé que debería esperar en la parada de independencia que tal vez está más tranquilo... Once nunca se caracterizó por la seguridad... Pero, era sábado, 9.30 de la mañana. Había tránsito.
Con algo de miedo, llegué a la parada. Sola. Sola en todas las paradas de la cuadra larga que sólo es paredón.
En diagonal a mi, distancia de una cuadra aproximadamente, en la esquina de la vereda del frente, veo a un muchacho que me generó la tercera sensación "tendría que irme, estoy regalada"de lejos tenia el aspecto de una persona que vive en la calle.  Me saqué los auriculares, mientras el flaco cruzaba para mi vereda.  El celular siempre lo tengo guardado en esa zona.
Lo veo que se agacha a juntar algo, pero como lo tapaba un árbol, pensé que tal vez estaría juntando comida o cartoneando algo..
Entonces encara derecho hacia mí. Él caminando por la calle bordeando el cordón, hasta que se me para enfrente, y me pide una moneda. le dije que no tenía. Me pide el celular, todavía con tono "amigable" casi esbozando una sonrisa, entonces amablemente le conteste que ni en pedo.
Ahí se le transformó la cara. Juro que en su mirada tenía al diablo. Me repite que le de el celular, y agrega "o te parto la cabeza". Recién ahí, noté que llevaba dos cascotes grandes, uno en cada mano. Le creí. Lo vi en sus ojos, este flaco, iba a partirme la cabeza.
Estaba totalmente sucio, olía muy mal, su ropa estaba sucia, rota. Sus manos ennegrecidas, sosteniendo las piedras no temblaban.
Le dije que iba a darle el celular, que no iba a hacer nada, ni pedir ayuda, ni gritar, pero que me deje sacar el chip. Me dio el ok. Saqué el celular, le saqué el chip y la memoria, y así nomas se lo dí. Al tomar el teléfono, tocó mis manos con las suyas, y es la peor sensación que me queda. Esa, y su mirada asesina.
Cruzó la calle y se fue caminando tranquilo, yo quedé asustada, angustiada.. hasta hoy.





miércoles, 16 de septiembre de 2015

Gente sexy..

Hay gente que nace sexy. Los que no, tenemos que abstenernos de ciertas cuestiones. Como por ejemplo: la tecnología.
No dominar bien el whatsapp, o tener un celular en mal estado, en dónde el táctil se dispara solo, es un verdadero dolor de cabeza cuando, tal vez, le mandaste una foto un poco "hot" a tu novio. Guardaste tu celular en el bolsillo y cuando lo sacas, descubrís que se había reenviado sola, a un grupo con compañeros de la facultad, con quienes casi no hablas...

Obviamente, la foto será hasta la muerte, una amiga.

Como esta historia, que me la contó una amiga. (?)

martes, 1 de septiembre de 2015

Corre Forrest

De repente mi vida se convirtió en una sucesión de hechos y situaciones que no deseo. Que pude haber evitado; pero no supe decir que no.