¿Qué te haces?

¿Qué te haces la fuerte y todopoderosa?
¿Qué te haces la amiga fatal?
¿Qué te haces la que podes escucharlo decir hasta otro nombre sin que te duela?
¿Que te haces, Rusa? ¿Qué te haces?

Porque darse con el látigo ya había pasado de moda.
Porque ser el punching ball también había pasado de moda.

Es que siempre es un poco así. Hasta que pueda.

Sándalo

Todos los ambientes huelen a sándalo hoy..
La primer noche en soledad después de trece días.
Tengo sensaciones extrañas, mis amigas me aconsejan no pensar y por imposible que suene, intento hacerlo. Tal vez pensar en no pensar, me haga no pensar en las cosas que estoy pensando desde que me enteré que venía.
Empieza el mes virginiano, todos hablan ahora de los límites. De que estos días son para empezar o terminar. Para elegir o desechar. Todo racional. Separar, analizar, elegir. ¿Será esta la cuestión?

Ya me siento distinta. Ya siento distinto. La seguridad me acompaña.

Veremos cómo me deja cuando se retire.

Mientras tanto respiro hondo, inhalo sándalo hasta ahogarme y exhalo hasta que todo lo negativo salga. Bailo al compás y repito mantras inventados para sentirme mejor.

Intereses ajenos abstenerse

Lo difícil es sonreír cuando adentro duele.
Lo difícil es atender lo urgente sin descuidar el resto.
Lo difícil es planear una bienvenida con la mente agotada.
Lo difícil es sonreír sin pensar en que se acaba.
Lo complicado es querer resolver cuando aún no es tiempo.
Lo complicado del tiempo es que no sabe de necesidades.
Lo difícil es sonreír cuando adentro duele.
Es difícil hablar, escuchar, comprender, tolerar, soportar.
Explicar, callar, acompañar.
Esperar, recibir, disfrutar, despedir.
Leer, no pensar, cuestionar, aceptar.
Amar, odiar, llorar, gritar.
Reprimir, aguantar, apretar, controlar, desconfiar, tener fe.

es magia

Salió esa melodía como de una caja de resonancia. 

Y no me quedó parte del cuerpo sin vibrar.

Con los ojos bien abiertos le mostré lo impresionaba que estaba. 

Maravillada.

Lo que había escuchado, estaba ahí.

Lo que había sentido

también estaba ahí.

Admiración.

Me dedicó una sonrisa gigante y hermosa por demás,

que todavía me hace sonreír.

Abrió la boca y cantó. 

Abrí los ojos y me en-cantó.

acorralados

Si tan sólo ese instante fuera real, ese el de la pared de ladrillos y la ligustrina.
La complicidad  y la pasión.
De verdad, el día de hoy sería perfecto.

El detalle fue el tiempo, siempre el tiempo. 

las presentaciones tardías. 

Las elecciones erradas, porque el amor estuvo desde ahí.

Desde que dijiste mate por medio que tenías lo que me faltaba.

desde que nuestra piel se secaba al sol.

desde que enredamos los sueños en hilos encerados

desde que cerraste los ojos y sonreíste escuchándome cantar.

el amor no puede ocultarse. Podemos seguir sin elegirnos. 

pero estará porque somos. 

vos para mí

yo para vos.

EN LA TARDE DE SOL UN RECUERDO Y LA VOZ

Se me retuerce un poco el estómago, me empiezo a poner entre nerviosa y ansiosa. Falta poco.
Por alguna razón lo que perpetué en una canción diciendo que que no pasaba más, está pasando.
Y mientras escucho esa canción que me cantó hace unos años, recuerdo una noche en especial, no sé porque ya que no fue de lo más grata. Tenía remera negra, transpirada conmigo, bermudas negra, finita y se fue a tocar.
Empezó con esa canción, que no es la que escucho ahora, pero es de la que más me gusta.

Era verano. Y lo bueno es que se podía andar livianos de ropa, de amores, de preocupaciones.
Porque el verano ese era un poco así.
Y hoy, sonrío como si ese verano estuviera al cruzar la puerta.

Me voy a caminar pensando en nada, en nada, en nada.

Los peces del lago

Entonces fue así, que de un día para el otro casi sin darme cuenta todo volvía al mismo lugar.
La abracé y lloré en silencio. No sabe cuánta falta me hizo y no se lo dije, nunca lo entendería.
El sol nos pegaba en la cara y mientras achinaba sus ojos confíe en que el calorcito ese le devolviera un pedacito del alma.
Por que ya no es la misma. Su cuerpo esta avejentado, lleva como un tatuaje las marcas del dolor y la tristeza.
Tiene la mirada perdida, entre el susto, la desolación y desesperanza. Sin embargo creo que va a poder. Bueno, qué puedo yo decir, si siempre he creído en ella.
Su dolor se me hace carne.
Sus relatos me convierten en asesina imaginaria.
Quisiera no saber tanto.
Y después de todo, el insomnio, este que me tiene queriendo escribir.
Y son y 54, que son sus años y los minutos que llevo acostada pensando que...
De un día para el otro, todo vuelve al mismo lugar.
Él dice escucharme, dice saber por intuición y yo le creo, porque también he creído siempre en él.
Por eso me enojo. Porque en estos meses en que ambos estuvieron ausentes, me hicieron falta. En distinta forma, claramente. Pero a los dos los quise conmigo.
Y cuando aprendí a  vivir sin esperarlo y con la ausencia de ella, aparecen como si el tiempo no hubiera pasado.

El poder blabla Silencio blabla

Lo curioso es que hagas tanto ruido, mientras pregonas el poder del silencio.

ya sabes que si venis hay lugar

que hay amor y que habrá de lo de siempre

pero distinto: herido, lastimado, vapuleado

Si venís daré lo mejor de mi. El límite...

será el principio del vaciamiento

No daré más de lo que me sobre

y no abunda

No soportaré ni un mínimo de maltratro, 

porque ya agotaste ese comodín.

regla

Necesito llorar. 

Necesito patalear, refunfuñar y putear.

Necesito putear gente. 

Romper alguna cosa vidriosa. 

Patear algunas cosas.

Y después, abrazar un peluche hasta quedarme dormida mirando alguna película bizarra de amor. 

#Día2