Había hablado de la Luna. La había visto aquí más que en otros lados.
Pero nunca como ayer, nunca como hoy.
Sabíamos que hoy iba a estar más cerca, fui entonces para la playa, a una clase de yoga, para recibirla energéticamente, y recibir su energía. (se había vuelto yogui la piba)
Y tocamos Hey you, para darle un tono rockero a la noche. Que noche hermosa. El paisaje podía más que cualquier melodía.
Y pensaba hoy que tiene eso este lugar. A donde quiera que vayas, el paisaje te deja mudo porque habla por sí solo.
Y no sabes que hacer a la noche, cachás la viola y te vas a la playa. No hay nadie. El ruido de las olas rompiendo en la orilla, y la luna iluminando el mar, la playa, a nosotras.
Me estoy despidiendo. Más no quiero irme. Lo bueno de irme, es que puedo volver.
Pensaba que es un ciclo también, acá todos estan yéndose, y si me quedara aquí, viviría todas las despedidas, prefiero irme con todos, para no despedirnos, y darnos la posibilidad de encontrarnos en otro momento, tal vez, en otro lugar.
"las despedidas son de esos dolores dulces"
Ontem eu vi a lua como nunca antes.
Ontem, dois violão, chimarrão,
frente ao mar iluminado pela lua,
o ar tocando nossas músicas.
Eu acho que nunca vou esquecer aquela noite.