viernes, 21 de junio de 2013

El témpano

A veces cuando pienso que todo esta perdido...

Pienso que se puede estar aún peor, siempre uno puede perderse un poco más.
Lo interesante es que siempre también, es una decisión personal. Hacerse mierda del todo, o aguantar el tirón, ponerle el pecho al tránsito del desprendimiento y salir.

Es como cualquier adicción, como cualquier vicio. Pura voluntad, y sinceramente, mucho ovario.
Porque como toda cosa en exceso, es dañina yen algunos casos no se aceptan los 'permitidos'. Sobre todo, me ha causado en estos días, una angustia terrible, y un llanto bastante profundo sentir que había quebrado el pacto conmigo misma. Sin embargo, el llanto fue también necesario. Aunque soy de lágrima fácil, esta vez no había llorado, y el duelo estaba como trunco. Y este martes fue liberador. Largar un poco de lágrimas y pataleo contra la cama, realmente me alivió el corazón.

Y aunque me cuesta, me cuesta horrores, confío en mi falta de voluntad, para ponerle más empeño, perfeccionarla y quien te dice, hasta pueda desprenderme del todo sin anhelos ni nostalgia.

Mientras tanto, me dejo acompañar. Dejo que me cuenten historias, y sobre todo me recuerden lo mal que me hacía, lo tóxico que es, y lo importante que es poder mantener esta decisión.

Atusalú!





miércoles, 19 de junio de 2013

Que la inconstancia te valga!

Podrías leerme quizás, quién sabe?.. De todos modos, no tendría nada para decir...
Siempre fue lo mismo, siempre faltaron palabras. Y siempre que llegaron, fue tarde.
Sin embargo me haces reír. Reír hasta llorar. Por eso siempre vuelvo y por eso siempre estas.

Podría decir que es como.... inconstante? 
Oh!, que original. 

miércoles, 5 de junio de 2013

Ma(s)Yo

Terminaba el mes y había que cambiar algo.
Después de inventar diferentes excusas, volví después de tres semanas a ver a Pablo. Y entonces tomé contacto con esa profunda angustia. Con esa imposibilidad de decir las cosas. Con esa molestia insoportable en mis días, en mi rutina, en mi espacio.
No soy buena para cerrar historias. No soy buena para decir cosas que puedan herir, por eso callo, la mayoría de las veces.. Pero por suerte, algo pasa casi siempre, que me ayuda a dar ese paso que me cuesta.
Algo que hace que la culpa sea de otro y no tenga que hacerme cargo tanto de la decisión...
En fin, terminaba el mes, y habia que cambiar algo.

Y ahora que no tengo quien me moleste, ¿qué hago?

Por lo pronto se me llenó la casa de visitas, amigos que me acompañan siempre, esta vez de casualidad, o de puro amor. Esta vez, no conté que reincidí...

.........este mambito de no hacerse cargo......

Pero por suerte, más segura siento... Que es firme y no hay retorno.