martes, 12 de abril de 2016

105.

Cada tanto me encuentro, después de un buen rato, sonriendo mientras recuerdo las cosas hermosas que me dijo. 
Hoy caminé unas cuantas cuadras sin pensar ni mirar, nada más que las imágenes mentales que me traía el recuerdo. 
Como un viaje astral en vivo, me encontré tirada en la arena escuchándolo decir que nada podría ser más perfecto. 
Repasé la tarde que cruzamos sonrisas, miradas y mensajes, mientras hacía tiempo para entrar a ensayar.
Luego lo escuché decir que me extrañaba mucho en la semana. Y algo en mi panza se movió igual que aquella vez que lo dijo, pero esta vez, respiré hondo, pasé el trago amargo y decidí cambiar de canción.
Todavía necesito repasar cada momento, cada palabra, para intentar encontrar el error, la falla, la grieta por donde se escaparon todas las cosas dichas, toda la intimidad vivida.. todo lo que se llevó.
Posta, no entiendo.
Qué bajón.