martes, 8 de julio de 2014

casi

Casi me muero en un retorcijón después de mandarle el primer mensaje.
Las palpitaciones fuertes sintiéndose en la garganta. Y el miedo.
Y no era tanto al fin de cuentas. Era solo una pregunta casual, con un dejo de presión, a ver si lo hace finalmente.
Escuché hoy, más de 10 veces la misma canción, y así vengo desde ayer.
No trabajé en demasía. Y así vengo desde hace 10 años.
Soñé con él, y vengo así hace una semana, que recuerde.
Todas las mañanas despierto sabiéndolo soñado. A veces, aún entre dormida, pienso que está por ahí, tal vez en el baño.
La cosa es que es al fadi.

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