viernes, 30 de octubre de 2015

Mi otra mitad

Con ella aprendí a hablar de otra manera.
Pude decir cosas que jamás me hubiese atrevido.
Encontré la forma de expresar mis silencios, mis dolores, mis fantasías y amores.
Apareció para salvarme en momentos de gritos y tormentas
Ha sido desde hace 18 años, el lazo más fuerte que he tenido en soledad.
Me enseñó sin embargo, a compartir, a escuchar, a conquistar, a emocionar.
Sobre todo, a sentir sin pensar. A improvisar.
A cerrar los ojos y entregarme.
A no temerle a equivocarme cuando el cuerpo necesita sacarlo todo.
A aceptar todas mis facetas, las lindas y no tan lindas.

Amo haber nacido entre guitarras y trasnoches, amo tener papás "jipis" y músicos.
Amo poder recordar todas las fiestas, cumpleaños, 'loquesea', a toda la familia cantando y guitarreando.

No podría vivir plena sin una guitarreada al menos por mes. Es un "bien" congénito. El fueguito, asado, picada, guitarras y música hasta el amanecer.

Por sobre todas las cosas amo a la música y lo que ella produce en mí y en las personas que amo.. 

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