Lo ví desde el colectivo camino al trabajo.
Lo ví desde esa vez, todas las veces que pasaba por ahí.
Sin saber nada de él, me enamoré.
Esas cosas que tiene el amor a primera vista, que no te preguntas nada. No dudas. Sin más, lo amas.
Y lo amé.
Supe desde esa mañana que tenía que ser mío.
No me importó el precio que tuviera que pagar para conseguirlo.
Y hoy de regreso a casa, me baje antes del colectivo.
Con una emoción y una felicidad insoportable, incontrolable corrí hasta él.
Cuando lo tuve frente a frente, sonreí, y agradecí que fuera aún más de lo que imaginaba.
Bello, perfecto. Necesitaba tocarlo, tenerlo, sentirlo.
Entonces lo probé. Inmediatamente entre en un éxtasis pocas veces sentido. De esos que no se sienten todos los días, ni con todos. De esos placeres que pocos saben dar.
Él era para mí, como yo para él. Nos amamos sin más.
Salí de ahí con él colgado del brazo. Caminamos, caminamos, desde agronomía hasta caballito. Sonriendo. Me sentí feliz. Soy feliz.
Qué placer!!!!
Hoy el amor, tiene forma de pantalón, helo aquí
Claramente, me compré dos. No vaya a ser cosa que nos mate la rutina (?)
