Digo es el?
Pienso para mis adentros: no... no puede ser él y que tenga dudas.. Y si es él y no lo reconozco me mata!!!
Lo miro, lo vuelvo a mirar. Me doy cuenta que no es él, pero es muy, MUY parecido. Sin embargo espero todo el tiempo que me diga "no me reconocés??"
Bueno me compra no me acuerdo que cosa, y me paga con débito, me da su tarjeta y su cédula...
y ¿cómo se llamaba?, y si, M. Pero no solo M, mismo primer nombre, mismo segundo nombre.
Me da escalofríos la situación, el se va, y yo me quedo pensando, hasta que llegué a:
Moraleja: M, hay en todos lados.
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